Presiona Estados Unidos a Canadá para decidir acuerdo del TLCAN

Ottawa, 29 ago (PL) La administración de Donald Trump dio a Canadá hasta el viernes para adherirse a un acuerdo comercial firmado entre Estados Unidos y México, plazo percibido aquí como una táctica de presión.

Así reflejan medios locales de prensa, al referirse a la reincorporación de Ottawa a las pláticas, tras el anuncio este lunes del renovado acuerdo, que según Trump, no será más el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) porque trae «malos recuerdos» a los estadounidenses por lo «injusto» de sus términos, consideró.

El canal CTV reportó que aunque observadores no ven en la postura de la Casa Blanca una amenaza real, Canadá sí correría el riesgo de ser tratado como «un verdadero extraño» contra el cual impondrían tarifas perjudiciales en el sector automotor.

Expertos en comercio incluso cuestionan si el presidente Trump tiene la autoridad legal para llegar a un entendimiento final sin su vecino del norte, en caso de no llegar a un acuerdo ahora.

Además, dudan de que el Congreso estadounidense acepte un pacto que excluya al mayor socio comercial de Washington, apuntó la televisora.

El Capitolio otorgó al mandatario republicano la posibilidad de una rápida renegociación del TLCAN que involucre a los tres socios, no un pacto bilateral entre solo dos de ellos, destacó el reporte.

Dudas de un acuerdo bilateral o trilateral

La directora del Instituto de Canadá en el Centro Wilson en Washington, Laura Dawson, recela sobre la reacción del Congreso si «Trump anunciara este viernes de forma simultánea un pacto con México y la terminación del TLCAN».

Otros consideran que el legislativo concederá a Canadá más tiempo para resolver sus problemas con la Casa Blanca. No será un plazo infinito, pero sí mejor que los pocos días que le dio Trump.

También hay quienes opinan que no se podrá hacer en tres días y medio, lo que concibieron los mexicanos en cinco semanas de negociaciones intensas e ininterrumpidas.

Pero para Dawson, la verdadera pregunta no es si es legalmente posible impulsar el acuerdo bilateral a través del Congreso, sino si aceptará lo que hay en ese trato.

«No veo que esto refleje un trato completo e integral, el que la industria estadounidense y Canadá han dicho que quieren ver. No veo que el Congreso acepte eso», añadió.

La ministra canadiense de Asuntos Exteriores, Chrystia Freeland, y otros altos funcionarios viajaron a Washington para reanudar los diálogos con Estados Unidos y México.

Después de reunirse ayer con el representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer, Freeland indicó que estaban en condiciones de desarrollar conversaciones significativas, sustanciosas y productivas con su contraparte.

De llegar a buen puerto esas negociaciones permitirían modernizar un acuerdo de 24 años, que representa más de mil millones de dólares anuales en comercio entre los tres países.

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